Nostalgia Inútil

Vivo recuerdos aún no vividos.
No los vivo como una viva.
Los veo pasar, yo pasiva,
como una vida ya vivida.

Miro hacia atrás y veo el recuerdo,
pero el recuerdo es el presente.
Con él está mi cuerpo,
Más adelante, mi mente.

(Todos los poemas publicados en este blog son propios y están registrados)

viernes, 11 de febrero de 2005

Golpeo mi Mente

Me han llamado egoísta,
porque el camino que escogí me hace bien.

Me han llamado egocéntrica,
porque hablo en primera persona,
porque me preocupo por mí
y me pregunto.
Estoy en continuo conflicto.

- Y ¿por qué piensas así?
Porque pensar en lo material me mata.
- Siempre volvemos a lo mismo,
a ti, a tu bienestar.

Pero, ¿no te das cuenta de que esto es una tortura?
Tú tienes cosas innecesarias
y te preocupas,
pero por tener más.
Yo me atormento pensando
que incluso aquéllas que necesito no merezco,
porque hay gente que tiene menos,
que está maltratada, olvidada.

Me llamas egoísta sin conocerme,
analizando mis cuatro frases,
nadando en tu superficialidad.
Te pones filosófico,
intentas sorprenderme.
Me dices que el hombre es bueno por naturaleza.
¡Ja!
Pues yo lo veo tonto,
vendiendo su alma
por una felicidad plastificada.
Un tonto que aprieta los ojos
y huye a comprar remedios para sus paredes.
Para no ver un blanco que le haga pensar,
un vacío que le haga caer en la realidad.

No podré liberarme nunca de esta carga,
porque hay demasiados tontos
educando a tontos.
Diagnosticando casos verdaderos
con medicamentos falsos.

Me siento egoísta sí,
cuando pienso en mi salud,
cuando me pregunto egocéntricamente
el porqué de mi mal.
Cuando sé que para mi bien
debo evitar pensar.
¿Es salud física o mental la que busco?
Van unidas, ¿no?

Si sigo por mi camino inmaterial
mi mente está sana y mis sentimientos son verdaderos,
pero no puedo ser una más.
Si le hago caso a mi cuerpo, a mi estómago,
debo ignorar,
Pero así me falsifico.
Así que si ignoro, sufro.
Si sufro, sufro.

Sí, a veces soy egoísta.
Egoísta en acto.
A veces compro lujo.
A veces vendo y no regalo.
Pero sufro mientras mi lengua
saborea algo caro.
Pero, ¿qué le hago si todo es caro?
Si para vivir en paz con mi sociedad
tengo que golpear mi mente.
Si cada vez que malgasto
me intento convencer
¡Shhh! ¡Tranquila!

¿Quién me convence?
¿Quién me intenta engañar?

Me están seduciendo.
Me están comprando
y yo me estoy vendiendo.
Está muy bueno lo que venden.
Parece barato.
Qué cómodo es lo que ofrecen.
Y sólo tengo que relajar mi mente.
No más paranoias.
No más conflictos.

Me están seduciendo.
Me están seduciendo
...
¡Cuidado!
Me estoy atontando.

No hay comentarios: