Solo me gustan las noches
La despedida
No sentir el cuerpo
No esperar nada de él
No tener que reaccionar a movimientos prohibidos
La fatiga de querer alcanzar lo que ya no puedo.
Salgo a nadar por océanos fantásticos
La aventura en mi ser.
Me reencuentro con aquello que era
Mis manos, mis piernas.
Mi pobre cabeza
Mis ganas de vivir, de hacer, de ser.
El amanecer amarga
Me abre lo ojos con palancas que hieren
La habitación envuelve mi desgana, la no aceptación de estar encerrada.
Volver a empezar un día más
Doloroso como ayer
Volver a escuchar mi sola voz
Mi voz de la nada
Solo quiero alzarme y sonreír.
Llenarme de lo que era
Sin dolor
Lo que soy ahora me ahoga en pena