Nostalgia Inútil

Vivo recuerdos aún no vividos.
No los vivo como una viva.
Los veo pasar, yo pasiva,
como una vida ya vivida.

Miro hacia atrás y veo el recuerdo,
pero el recuerdo es el presente.
Con él está mi cuerpo,
Más adelante, mi mente.

(Todos los poemas publicados en este blog son propios y están registrados)

martes, 28 de diciembre de 2004

Dejaré de ser Yo

Estoy coja
Necesito ayuda.
Círculo social,
vida colectiva,
enfermedad.

Mi pie se está pudriendo
¡Se pudre!
Camino con él y me duele.
La mierda sube hasta la rodilla,
pero camino con él,
lo necesito.

Pisa un suelo que no quiero pisar.
es un suelo caro,
muy caro,
pero huele mal.

Un suelo empostillado
que quiere ser digno
a base de frialdad.

Estoy coja y no sé qué hacer.
Pierdo el equilibrio.
Tengo un pie dentro y otro fuera,
pero sólo uno es mío.
Me duele.
El otro me duele,
pero lo necesito.
No sé qué hacer.
Si lo saco, me matan,
pero yo vivo.
Si meto el mío, me dejan vivir,
pero me suicido.

Necesito ayuda,
ayuda de un profesional
que tenga sus dos pies podridos.
Aquí todos los tienen.

¿Y si le hago caso
y meto mi otro pie?
Me dolerá,
pero si la putrefacción llega a mi cerebro,
no sufriré más.
No veré postillas en el suelo,
Ni veré frialdad.
Podré seguir el guión
sin ulceras que me enfermen,
que me hagan sentir culpable.

Quizás sea lo mejor,
pero no puedo.
Si lo meto, dejaré de ser yo,
seré de otro.
Mis pasiones, mis sentimientos,
todo se medirá.
Y seré yo la primera en medirlos
y creeré que sale de mí
y que lo hago por mí.
Y estaré convencida de ser
la responsable de mi vida,
pero el guión limita
y te ordena cosas
que tú mismo crees haberte ordenado.

No es fácil estar coja,
no te lo hacen fácil.
Yo acabaré metiendo el pie,
porque incluso aquellos que tenían
sus dos pies fuera los metieron,
se vendieron.

Por ahora voy bien,
parece rebeldía.
Me apoyo en mi otro pie
y disfruto mi libertad,
me disfruto.
Pero no es más
que un permiso de juventud
que acabará muy pronto.
Pero ¿Y si mi pie tiene fuerza?
¿Podré envejecer con él?
¿Podré esquivarlos a todos y ser
yo misma hasta que muera?
...
Estoy coja, sí.
Estoy coja, pero me alegro.
No ando bien, camino incómoda.
No tengo tranquilidad,
Pero, al menos, me tengo.

jueves, 16 de diciembre de 2004

Germen

Otra vez tú, germen maldito,
me has intoxicado,
me has jodido el día de hoy
y quizás el de mañana.
Me has recordado aquello que aparqué,
pero que aún está presente.
Siempre lo está.

Intento estar ausente,
lo necesito.
Pero tú, cabrón, otra vez me despiertas,
aunque me quieres dormir.
Y no estoy dormida aunque no hable.
No estoy tranquila,
no estoy ajena.
Estoy activa buscando calma,
pero la plaga me rodea.

Qué fácil es callar y hablar,
cuando callas y hablas por otro.
Ése que te protege y regala,
ése que te construye tu pequeña burbuja
y te separa de los que nacieron marginados,
desplumados o con plumas,
que poco a poco van perdiendo
y tú poco a poco vas ganando.
Y ese abrigo con el que naciste
cada vez te abriga más,
pero el calor no es suficiente,
porque tú eres frío.
Y hablas y callas por él,
para que tu abrigo sea el mejor.
¡Qué suerte tuviste de nacer donde naciste!

Sigue así, escoria,
que si algún día, por casualidad,
vas en contra,
te robarán tus plumas con violencia,
tendrás hambre
y llorarás por lo que has perdido,
como lloran ahora los que nada tienen,
como lloran ahora los que nada han tenido.